21 marzo, 2014

La araña vieja - Origen del Hilado


Las leyendas son portadoras de creencias, de tradiciones, de costumbres y evidencian la cultura de un pueblo, plasmada en numerosos diseños de sus textiles. 

Los
 mapuches chilenos y argentinos recuerdan que una araña vieja llamada LLALIN KUSHE es la NGUEN (dueña) del hilado y del tejido, protectora, maestra, que cuida y protege a las ÑEREFE (tejedoras) de las fuerzas negativas, de los WEZA NEWEN que las impulsan al error.

El hilado y la ara
ña vieja 

"Un día una ni
ña lavaba en un río, en el campo, estaba lavando la ropa y de pronto vino un hombre y la raptó, se la llevó lejos para las tierras donde el vivía, después se casó con ella y un día le dijo: Me voy para Chile y cuando vuelva, que será pronto, me tenés que tener toda esta lana hilada.

Había un montón de vellones, todas sus ovejitas las había esquilado el hombre. Y cuando se quedó solita, ya el marido se había ido, la piba se puso a llorar, al ladito del fuego ¡no sabía hilar! Entonces una voz (era CHOÑOIWE KUSHE, fuego vieja) le dijo: no llores más, yo voy a buscar a LLALIN para que te ayude. Pronto bajó la LLALIN KUSHE diciéndole: tenes que hacer igualito que yo. Todas las noches bajó la araña para ayudarla y enseñarle, hasta que la niña aprendió y cuando regresó el marido tenían toda la lana hilada, había terminado su trabajo.

Para los GUARANIES la araña introductora del tejido se llama KUÑA RAIVI

18 febrero, 2014

Las serpientes textiles


Para las tejedoras del altiplano, la realidad cotidiana de este mundo imaginario se evidencia en la propia experiencia de tejer. 

Sabemos algo del mundo significado por las serpientes del textil de Chuqir Qamir Wirnita a través de los estudios del textil andino. Por ejemplo, la canadiense Mary Frame, en su clásico artículo Las imágenes visuales de estructuras textiles en el arte del antiguo Perú describe las mismas hebras del textil como serpientes o imágenes de serpientes. Para ella, en un fragmento textil pintado en estilo Chavín, tres hebras de diferentes colores se entrelazan oblicuamente y rematan con cabezas de serpientes con orejas, que indican una asociación entre serpientes e imágenes de estructuras textiles, y simbolizaciones del uso más intenso de cabezas de serpientes.

Por otra parte, el significado de las serpientes textiles surge en el mismo acto e inspiración de tejer. Para ilustrar esto, la tejedora Plácida Espinoza, del ayllu Mallkunaka, de Corque (provincia Carangas, Oruro), relató que cuando estaba tejiendo un aguayo verde para pasar el cargo de jilaqata, sintió el deseo de acabarlo pronto y en aquel momento le salió de los hilos del telar una serpiente verde que le impulsó a su labor de tejer obsesionadamente. Según ella, las ocasiones de plena actividad en que le apareció la serpiente, tuvieron el resultado de hacerle apresurar la terminación del textil y, además, inspirarle a crear nuevos diseños (salta). 

En aquellos momentos, el encanto de la serpiente no le permitió distraerse con sus familiares y otras personas, aún menos con otras cosas en torno suyo. Asimismo, la tejedora Plácida Espinoza admitió que no se dio cuenta de haber avanzado tan rápidamente en su obra. Otra tejedora, doña Hortensia García, del Ayllu Sullka Tunka, de Llanquera (Provincia Nor Carangas, Oruro) mencionó también que el textil es celoso y cuando alguien intenta tejer en ausencia de la tejedora principal, el tejido no progresa y no se acaba fácilmente. Es por eso que no se permite que otras personas lo toquen. 

En este sentido, el arte de tejer es considerado como un profundo conocimiento, cuyo guardián es la misma serpiente. En su obra Literatura Oral Aymara, Lucy Jemio explica cómo, según algunas narraciones, la serpiente es particularmente celosa del conocimiento representado por el oro, que a menudo se oculta en el fondo de algún lago donde suele encantar u obsesionar a los que tratan de acercarse a los sitios donde se guarda este tesoro. Sólo la tejedora tiene acceso a este mundo profundo de la imaginación.