El diálogo con las deidades del tejido
Según doña Plácida Espinosa
del ayllu Mallkunaka de Corque el “telar debe comenzarse a preparar en la
madrugada, antes de la salida del sol” (jani inti jalsujipana, aramata tilarpañax). “Cuando el sol
está en el horizonte
se clavan las estacas” (Yasta inti uka urasas ch'aqunuqtaña) “y enseguida se
extienden las urdimbres” (yasta ukata yasta ch'ankanakax ananuqtaña) pero antes de
empezar se realiza “la masticación ceremonial de la coca” (Ma inalas
ak'ullt'aña). Luego “siguen las libaciones (ch'allas)
con aguardiente”, en las que mediante poesías se recuerdan todos los
sitios ceremoniales de donde sale la energía (Ch'alljataña taqi
samirinakaru aytasisa).
Primero “se conmemora y se brinda a la sawu sawu
tawaqu, un espíritu femenino que anima a las tejedoras, y luego a los distintos
guardianes tejedores femeninos y masculinos” (sawu mallku = mallku tejedor,
sawu t’alla = t’alla tejedora, sawu wayna = joven tejedor). Estas deidades
“hacen avanzar rápido” (apur jittayañataki) el tejido. También se ch'alla
repetidas veces a la araña evocada por su facilidad de tejer “para que además alcancen los
hilos en el telar y no se acaben” (ch'ank'a alkansañpataki) y se brinda en honor al
sol (inti tata awatiri) y “a la luna (phaxsi mama), para pedir que al realizar
esta actividad el sol y la luna acompañen con su luz” (phaxsi
qhananti inti qhananti ukanti sawtanjall) y “al viento que no
sople” (wayra
wintura jan wayrañpataki).
Se cree que cuando en los sueños de la
tejedora aparece la imagen del sol influye de manera positiva en la elaboración del textil.
Las tejedoras de Llanquera recuerdan una montaña (llallaw mama) situada entre
los cerros Qhasqha y La Joya de la provincia Cercado, cuya punta se asemeja a
una mano femenina que agarra el hueso de la llama que sirve para tejer (wich'uña). En los últimos tiempos
las tejedoras han incluido en sus repertorios conmemorativos también a mama
kasimira, que al parecer tendría que ver con el santo católico Casimiro y que no se
aleja de la tela de casimir inglés, un elemento foráneo.
Las mujeres solteras tienen la costumbre de empezar
a elaborar los textiles antes de la temporada de lluvias. Ellas tejen los
aguayos para las fiestas de carnavales donde lucen los trajes y su habilidad de
diestras tejedoras. En Corque las tejedoras tenían sus propios repertorios de
canciones, que las mujeres solteras entonaban en carnaval. En las letras de las
canciones se hablaba de la competencia de tejer y de tener más textiles. Según
doña Plácida Espinoza,
la elaboración del textil es
una actividad exclusiva de la tejedora y nadie debe interrumpir; el textil es
celoso, por lo tanto no permite que nadie lo toque. Si alguien teje en la
ausencia de la tejedora, se dice que el textil no se acaba fácilmente. Las
informantes de Arnold señalan que las “oraciones
dependen del día de la
semana en que se teje” (1994: 90).
Fuente: El mundo animado de los textiles originarios
de Carangas. Ulpian Ricardo López García.
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