Aunque tradicionalmente tejer se ha
asociado a las señoras mayores de
edad, esta práctica es cada vez más
común entre mujeres jóvenes, e incluso
hombres, que buscan alguna actividad manual para desconectarse, relajarse y
fortalecer los lazos sociales. Le contamos de que se trata la lana-terapia.
Los tiempos han cambiado y la mujer
moderna, al prepararse para convertirse en una profesional o al trabajar fuera
de casa, ya no cuenta con todo el tiempo que necesitaría para aprender a coser,
tejer o bordar. Estas labores manuales, que antes formaban parte de la
educación que recibía toda mujer, han quedado totalmente relegadas con el ritmo
de vida actual. Sin embargo, desde hace algunos años, de la mano de
la lana-terapia, el tejido se ha impuesto como una alternativa natural para
eliminar el estrés y combatir la depresión.
¿Qué es la Lana-terapia?
Como su nombre lo indica consiste en
utilizar el tejido como terapia para personas que sufren algún tipo de desorden
emocional. La lana-terapia ha demostrado excelentes resultados para reducir los
niveles de tensión y estrés, ya que colabora con la recuperación mental y
física después de una jornada laboral.
Además, el proceso de tejido promueve la
tranquilidad y el buen humor. Ambos estados de animo son fundamentales para
lograr un descanso satisfactorio y renovar nuestro cuerpo y nuestra mente para
las actividades del día siguiente.
La claridad que aporta a los pensamientos y
sentimientos es otro de los beneficios terapéuticos de la lana-terapia. El
proceso del tejido, justamente, logra acomodar puntos en una hilera de mayor
resolución. Lo mismo sucede en la cabeza de la persona que teje: sus ideas se
vuelven más claras gracias al relax y la tranquilidad que aporta una labor
manual como esta.
Por otra parte, la repetición automática de
los movimientos ayuda a la persona
a concentrarse, relajarse y disfrutar mas
plenamente de la vida. Además,
hacer algo con nuestras propias manos siempre genera satisfacción y realización
personal.
Beneficios Psicológicos
Realizar cualquier tipo de actividad manual
repercute positivamente en el plano psicológico, ya que estimula la imaginación
y la creatividad. En el caso particular de la lana-terapia, sentir a través de
las manos la suavidad y la textura de la lana es una sensación muy grata que
influye directamente en la mente. Incluso, puede ayudar a superar crisis
personales y a reconciliarse con uno mismo. Este aspecto puede ser muy
beneficioso para encontrar la paz interior y armonizar todo el ser.
De esta manera, mediante estos labores se
pueden superar problemas cotidianos y liberarse del estrés diario. Además, la
satisfacción y el optimismo que derivan del trabajo personal involucrado en un
proceso de creación, de hacer las cosas por uno mismo, son inmensos.
Tejer y hacer amigos
Pero el arte de tejer, no sólo se afianza
como terapia. Muchas personas lo consideran como un pasatiempo o una diversión.
Incluso en muchos países las agujas y los hilos son sólo una excusa para
reunirse y compartir experiencias y tiempo libre. De hecho, existen grupos
estables de personas, no sólo mujeres, que se reúnen con la intensión de
reconstruir lazos sociales a través del tejido y la conversación amena.
Si esta experiencia de tejer en grupo se
traslada al plano social, ese entrelazamiento de puntos puede verse como una
fortaleza, una unión que se convierte en una trama irrompible que puede
proteger, sostener y contener. Este es justamente el sentido del tejido en
grupo: que cada persona de vida a su propia creación y, mientras crea establece
lazos sociales sólidos e integradores con sus compañeros. Por estos motivos, el tejido es una manera sencilla y saludable de
sentirse parte de algo que uno mismo construye y fortalecer así el sentido de
pertenencia.
En estos grupos, además, se fomenta a las
personas a desarrollar su creatividad y a realizar algo con sus propias manos.