La misma importancia de la figura
arquetípica de la tejedora, contraparte del guerrero, se reitera en las
imágenes del mundo textil que recurren en diferentes aspectos de la vida
femenina. A veces, estas imágenes tienen además un aspecto vinculado con las
transformaciones que experimentan las mujeres, como una especie de metamorfosis
entre una etapa previa de la vida, relacionada todavía con la juventud, y otra
relacionada con la madurez, de modo paralelo con los cambios que ocurren en la
vida del guerrero en el ciclo de los cuentos del oso Jukumari.
Una de estas imágenes textiles se centra en
la analogía entre la joven que vive la etapa del casamiento y la polilla que se
acerca al textil. Según don Benjamin Ríos, de la comunidad de Llanquera
(Oruro), la joven adolescente primero llena la casa de sus padres con bultos
llenos de hebras, vellón y textiles, resultantes de su actividad como tejedora
en aquellos años. Luego, cuando ella se casa, se
muda de su hogar paterno para vivir en la casa de su marido, llevándose estos
bultos de vellón, hebra y textil. De esta manera, ella se va como la polilla
que come y se lleva el textil.
Otra analogía relacionada con las polillas
es la forma en que las mujeres se visten con aguayos y mantas, en que éstas se
parecen a las alas de las lepidóteras en reposo. Según esta segunda analogía,
un aspecto vital de la estética femenina andina está vinculada con las
lepidópteras, estética que se puede ver tanto en el pasado, por ejemplo en las
imágenes coloniales de las coyas (qhuyas) incaicas, como en el presente.
Estas analogías entre las mujeres andinas con las lepidópteras, reflejan en parte la simpatía femenina las mariposas, a tal punto que ellas se interesan por las experiencias y narraciones que tratan de estas analogías. Pero, estas analogías reflejan también los procesos dinámicos que experimentan las mujeres, como los ritos de paso entre una y otra etapa de la vida. Podemos identificar quizás otros elementos también en estos procesos. Por ejemplo, una parte de esta dinámica trata de los aspectos destructivos de los ciclos ya pasados, centrada en las polillas que comen el textil, mientras otra trata de los aspectos más creativos. En este sentido, las mujeres controlan ambos extremos de los ciclos de la vida, en que una destrucción previa conduce a una etapa más creativa. A nivel textil, podemos decir que ellas tienen el poder de manejar y crear no sólo los nuevos diseños, sino también algunos códigos, para reemplazarlos con otros nuevos. Esta habilidad de las tejedoras les asemeja aún más a sus contrapartes guerreros, o a las nuevas variantes de éstos, como los hackers de la computación.
Fuente: http://www.ucb.edu.bo/
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